El pasado domingo 9 de
Marzo se celebró en el instituto de Sancti Petri (San Fernando) la
competición provincial de FLL (First Lego League), un torneo en el
que varios equipos ponen a prueba sus robots para conseguir una plaza
en la Gran Final a nivel nacional que se celebrará el próximo
domingo 23 de Marzo en el colegio “La Salle” de Barcelona. Este
año el tema trata sobre catástrofes naturales, en el que el equipo
de nuestro instituto optó por investigar sobre los tsunamis.
Diez alumnos de este
instituto contaron desde Noviembre con participar en este proyecto, y
fue a la vueltas de vacaciones de Navidades cuando se empezó a
preparar todo: el proyecto científico donde nos apoyamos cantando
unas coplas de chirigota, el póster donde explicamos todo lo
relacionado con el proyecto y la parte más entretenida, el
desarrollo del robot, donde se le sometía a muchas misiones.
CRÓNICA
Son las siete y media de
la mañana, y partimos hacia el instituto de San Fernando. Llegamos a
las 8, donde nos reciben en la cafetería y nos dan las
acreditaciones en la recepción del recinto. Después de acomodarnos
en la sala común de preparación (denominada PIT) y haber acudido al
salón de actos, donde tuvo lugar la ceremonia de inauguración, nos
preparamos para la primera ronda donde el robot tenía que hacer las
máximas misiones posibles en dos minutos y treinta segundos, y así
conseguir los máximos puntos posibles. La primera ronda fue la mejor
de todas. Después de esperar minutos a que saliese el resultado
obtenido, vemos que encabezamos el ránking con 170 puntos, sacándole
65 al segundo.
La alegría seguía,
pero la competición no era sólo el robot, teníamos en unos minutos
que exponer tanto el póster como el proyecto científico. Entramos
en la sala y realizamos primero la parte de póster, donde
desarrollamos todo lo trabajado durante este trimestre: valores de
integración, coopertición, descubrimiento, ayuda de otras personas
(como en el caso de Sergio Cantero que nos ayudó con el diseño de
las camisetas y del póster y el de nuestra profesora de música
Pilar, que nos dio información sobre los tsunamis, al haber sufrido
uno cuando estaba de vacaciones en Tailandia). Después de que el
jurado nos sometiera a comprometidas preguntas, damos paso a cantar
nuestra copla y a presentar las soluciones ante un tsunami en la
pizarra táctil. Una vez acabada la exposición, salimos con la
tranquilidad y la confianza de haberlo hecho bien, había gustado.
El tiempo corría y la
segunda ronda del robot se acercaba, fuimos al PIT a reparar los
fallos que tuvimos en la primera, aunque la segunda ronda nos salió
peor, y obtuvimos 158 puntos. De las tres rondas, el jurado se queda
con la mejor puntuación, así que seguimos con 170 puntos, aunque el
equipo Roboleda nos adelantó con 247 puntos. Preparamos la tercera
ronda sabiendo que somos segundos, que no debíamos fallar. Nos
presentamos en el salón de actos para hacer la última ronda, la
definitiva, pero vemos el ránking y nos ha superado otro grupo, con
233 puntos. Hacemos la tercera ronda, y no nos salió mal, aunque no
con el éxito esperado. Aún así, obtenemos 170 puntos; con lo cual
nos quedamos terceros en la clasificación, a 5 escasos puntos del
cuarto equipo.
Después de esperar una
hora y diez minutos a la ceremonia de despedida y entrega de premios,
acudimos todos los equipos al salón de actos. A lo largo de la
entrega de premios, en total ocho, veíamos que pasaban sin conseguir
ninguno. Faltaba el último premio, el que se entregaba al equipo
ganador. Sin esperarlo, cuando la presentadora dijo nuestro nombre,
padres, madres, entrenador y participantes saltamos de alegría,
algunos llegando a emocionarse. Subimos al escenario para recoger el
premio y una avalancha de cámaras apuntaban hacia nosotros. Éramos
muy felices.
La felicidad sigue,
aunque con algo de agobio: tenemos que preparar muchas cosas durante
estas dos semanas antes de coger los billetes con destino Barcelona.
Javier Candón Cifuentes.
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