Cada día millones de personas abandonan su hogar, arriesgando su vida, en busca de una vida mejor. Este numero de personas ha aumentado considerablemente en los últimos años, produciéndose actualmente un reparto de los inmigrantes entre los principales países. Bruselas promete un reparto “objetivo y claro” pero exige solidaridad.
España, con un 9,1% de esas nuevas llegadas, Portugal, con un 3,89%, o Polonia, con el 5,64%, figuran entre los países que tendrían que aumentar los refugiados. En cambio, Alemania, que ahora concentra a un tercio de todos los solicitantes en Europa, reduciría su cuota al 18% seguida de Francia con el 14,1%. Suecia bajaría del 14% al 2,92%.
En 2014, la UE recibió 626.000 solicitudes de asilo. Caso de que el criterio de reparto propuesto se aplicara en el futuro a una cifra como esa, a España tendría que acoger a casi 60.000 en un año.
La Comisión Europea ha propuesto un sistema de cuotas obligatorio a la hora de la distribución de estas personas. A pesar de esto el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha defendido que en España están dispuestos a hacer el esfuerzo solidario que se pida, pero ese esfuerzo tiene que ser proporcionado, justo y realista con respecto al paro y la crisis del país.
En la reunión “G-6” formada por los ministros de Interior de Alemania, España, Italia, Gran Bretaña, Francia y Polonia, no se logro un acuerdo justo por lo que Europa tendrá que seguir negociando las cuotas de acogida de refugiados.
El ministro español, Jorge Fernández Díaz, insiste en la necesidad de buscar soluciones a las causas que motivan las oleadas de migración masivas como las que actualmente se producen desde las costas de Libia.
Algunos de los inmigrantes que residen en España provienen principalmente de: África y Latinoamericana, donde su vida se ve gravemente amenazada por el hambre, las guerras, la pobreza extrema, etc.
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