Parece
ser que a un gobierno como al nuestro, le preocupa más bien poco los
jóvenes, ya que doblegan y menosprecian su preparación disminuyendo
su calidad, o en otras ocasiones, poniendo al límite el término
"derecho a la Educación". Pero evidentemente, los jóvenes
son "la esperanza del mañana", cuando ni siquiera se
piensa en qué pasaría si se llevaran a cabo muchas de las reformas
que se llegan a plantear, quién sabe, puede que hicieran aumentar el
absentismo escolar, que elevaran la tasa de fracaso estudiantil, o
simplemente causaran el derrumbamiento del país en el futuro, debido
a la mala calidad o falta de la Educación recibida.
Todo
esto, debido a que el pasado 3 de marzo el Pleno del Tribunal
Constitucional avaló la práctica totalidad del llamado "recorte
educativo", que el Gobierno del PP aprobó en 2012, desestimando
los intentos de la Junta de Andalucía en contra del mismo. Además
rechazando
que la norma invadiera la autonomía de las comunidades y que no
estuviera justificado aprobar el recorte por la vía urgente
en lugar de la más lenta tramitación legislativa común.
El
Pleno afirmó que se había justificado de manera "suficiente"
la situación de urgente necesidad de controlar el gasto con el fin
de "reducir el déficit público en un contexto de crisis
económica excepcional" y cumplir así las exigencias de la zona
euro.
Sin
duda, uno de los términos más inadmisibles, es el que permite
ampliar en un 20% la cantidad de alumnos por aula en centros públicos
y concertados mientras que la contratación de profesorado no
aumente. Un ejemplo de esto sería, una clase "pequeña" de
las que tenemos hoy en día compuesta por 32 alumnos pasaría a
formarse por 38, con la misma cantidad de profesores.
Otro
de los muchos apartados polémicos fue el que establecía un criterio
según el cual a los profesores universitarios que demostraran mayor
dedicación les corresponderían menos horas de dedicación docente,
y a su vez, el caso contrario.
Y
la implantación de esta serie de reformas se preeveía para dentro
de dos cursos académicos. Sin embargo, después de todo, se critica
y se "intenta evitar" la emigración de los jóvenes hacia
otros países, sin duda, debido al trato que reciben en el suyo
propio.
Ferrán
Pastor Pérez
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