miércoles, 6 de noviembre de 2013

Pablo Picasso, un gran intérprete del siglo XX

Pablo Picasso (1881-1975) fue claramente un artista del siglo XX que conoció los grandes progresos científicos y técnicos de la humanidad, pero vio también cómo eran usados a favor de la guerra y la destrucción. Preocupado por lo que sucedía a su alrededor, quiso profundizas en el sentido de la existencia y ofrecer un testimonio fiel de su tiempo y de los problemas e inquietudes de los seres humanos.

Ciencia y caridad, 1897
El pintor, nacido en Málaga, es considerado universalmente como unos de los grandes maestros del siglo XX, tanto por sus dotes excepcionales en la pintura como por su inagotable capacidad de crear nuevas propuestas artísticas, renovando constantemente su obra.

De este modo, el genio creativo de Picasso le permitió no encerrarse en una corriente, y a lo largo de su vida, su estilo fue cambiando de manera constante y evolucionando para crear nuevas formas expresivas.
Picasso empezó a pintar desde muy joven, alentado por su padre que era profesor de Bellas Artes. Empezó desarrollando una pintura académica y tradicional, en la que pronto destacó como gran dibujante. En 1895 se trasladó con su familia a Barcelona, donde entró en contacto con el círculo de pintos más vanguardistas del momento.                                  

El viejo judío, 1903
El sueño, 1932

Sus profundas inquietudes llevaron al joven Picasso a París, donde se impregnó de las nuevas propuestas pictóricas en un momento de grave crisis personal. Por eso, su obra presente un tono dramático, con personajes escuálidos y vencidos por la pobreza, pintados con una monocromía azul. Después, pasó del azul al rosa y su mundo de mendigos fue sustituido por acróbatas y arlequines de circo.

En su búsqueda de nuevos caminos para el arte, Picasso abandonó la pintura figurativista y empezó a investigar las posibilidades de la geometría. De este modo, trata a las personas y los objetos como unas máquinas más del mundo de la técnica y las incorpora a los utensilios y aparatos que forman parte de la vida cotidiana. En esa época, Picasso manifestó: “no pinto las cosas como las veo, sino como las pienso”. También se adentró en el mundo del surrealismo, pintando formas distorsionadas, representando lo monstruoso y evocaciones mitológicas.



Mujer llorando, 1937
Las Meninas, 1957

La Guerra Civil Española causó un gran impacto en el pintor, que intentó expresar en sus lienzos un profundo sentimiento de angustia y dolor, convirtiendo los rostros humanos en una serie de elipses y ángulos. 
                                                                    
Finalizada la guerra, se inició un periodo de calma en el arte picassiano. Se trasladó a vivir a Francia, a orillas del Mediterráneo, donde desarrolló las etapas creativas más fecundas de su vida. Pintó palomas y balcones abiertos al mar, que reflejaban su “alegría de vivir”. Más adelante desarrolló la serie Las Meninas, en las que interpreta el arte de Velázquez con las formas y los parámetros de su estilo.


Artículo escrito por Javier Candón Cifuentes.

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