
Nuestra sociedad siempre se ha caracterizado por la distinción de las personas según el sexo con el que han nacido. Esto ha llevado a una clara distinción de roles sociales. Por tanto se ha originado una desigualdad en las relaciones hombre/mujer. Nuestra sociedad define el mundo con una mirada masculina, donde la masculinidad ocupa una posición privilegiada.
Esto lo podemos encontrar en diferentes aspectos de nuestra sociedad, como en los medios de comunicación y en la publicidad, donde hoy en día se manipula la imagen de la mujer para intentar una mayor venta de los artículos promocionados. Por ejemplo los anuncios de coches, de perfumería, de ópticas, etc
La publicidad dedicada a juguetes y artículos para los más pequeños nos muestra como existen actividades diferenciadas para niñas y niños. A las niñas se les enseña a jugar con juegos relacionados con las tareas que desarrollarán en su futuro, como criar de un bebé, cocinar o vestir a una muñeca. A los niños se les muestran los juegos agresivos, de acción y competición. En la edad adulta cambian los juegos pero no su fin sexista.
Esto viene dado, de forma consciente o inconsciente, por parte de la familia o la escuela, sin embargo, uno de los agentes que más poder tienen en la modulación de la conducta humana es el de los medios de comunicación.
Un ejemplo claro de machismo en la publicidad son las campañas que tienen como principal imagen la sexualidad de la mujer, como por ejemplo axe.


Axe es una marca globalizada que desde hace años usa la imagen más sensual de la mujer como medio para vender sus productos.
Otro ejemplo es la publicidad de Media Markt, la cual utiliza también a la mujer de una forma descarada para el aumento de sus ventas.
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